Trámite de divorcio amigable

Asumir el divorcio nunca resulta fácil para la pareja, sus hijos y quienes les rodean, bien sean familiares o amigos cercanos; cuando la sociedad conyugal se termina y los cónyuges toman la decisión de hacer su vida por aparte, es normal que surjan tensiones y problemas, que pueden incluso llegar a general resentimientos y a encontrarse en posiciones irreconciliables.

No obstante, una ruptura matrimonial no tiene que finalizar con discordia, odios o resentimientos, el divorcio amistoso existe; y puede ser una opción que evite mayores problemas y desencuentros, depende de la madurez y la actitud con que la pareja asuma la situación que están atravesando, se puede alcanzar un final razonable para ambas partes y evitar el inicio de una guerra, que puede perjudicarles a ellos y sus hijos, en caso de tenerlos.

Los expertos aconsejan que ambos cónyuges deben asumir con responsabilidad los actos y situaciones que les llevaron a tomar la decisión de divorciarse, una vez se ha asumido está decisión es necesario trazar las estrategias necesarias que permitan superar esta etapa de la forma más madura posible y llevadera.

Cómo llevar adelante un divorcio amigable

Para lograr un divorcio pacífico es clave determinar qué se desea lograr y elaborar un plan para tratar de minimizar o eliminar todo aquello que pueda dificultar el proceso, como negarse a tener un diálogo constructivo, o a solicitar ayuda, no necesariamente legal, para concretar una separación lo más saludable posible, hablamos de ayuda familiar, de terapeutas o psicólogos.

Es importante que ambos cónyuges cuenten con asesoría legal experta, que además tengan la habilidad para negociar y propiciar un acuerdo entre ambas partes, en el que sientan que ambos salen ganando y que además evitar causar mayores efectos negativos sobre sus hijos, en caso de tenerlos. Lograr un acuerdo y desarrollar la capacidad para dialogar son aspectos clave para poder alcanzar un divorcio amigable.

Hay que considerar que uno de los principales escollos es la repartición de los bienes habidos en el matrimonio, lo recomendable es actuar de acuerdo a las leyes, con honestidad y pensando en las necesidades reales de cada uno de los cónyuges, lograr un acuerdo satisfactorio entre las partes, posibilita allanar el camino para avanzar en lo emocional y poder ocuparse de iniciar una nueva vida, un nuevo ambiente sin resentimientos.

Los hijos deben ser la prioridad

Los especialistas están de acuerdo en que cuando hay hijos, estos deben ser prioridad, deben estar por encima de cualquier pretensión personal o patrimonial, es importarse resolver temas como la custodia, las responsabilidades compartidas o el el régimen de visitas, lo cuales deben nacer de un consenso entre ambas partes, que de ser necesario puede ser impulsado por familiares o profesionales.

Una vez alcanzado este acuerdo, se transmite a los abogados para que procedan, de acuerdo a lo pautado en él, en el ámbito legal.

Es importante que los cónyuges eviten la influencia de terceros, cuyas opiniones tiendan a entorpecer el trámite de divorcio amigable, ya que pueden causar muchos problemas.